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Una de las herramientas de transformación social es la educación. Un valor que cotiza en las empresas que buscan talento y diversidad en un momento de aceleración tecnológica y cambios continuos. Las necesidades del sector educativo y empresarial en este caso, fueron analizadas en la mesa redonda titulada Formación dual y empleo de calidad, organizada por El Norte de Castilla y que contó con el impulso del Consejo Económico y Social de Castilla y León (CES).
Moderados por Carlos Aganzo, director de Relaciones Institucionales de El Norte de Castilla, todos los participantes: Enrique Cabero, presidente del Consejo Económico y Social de Castilla y León; Agustín Sigüenza, director general de FP y Régimen Especial de la Consejería de Educación; Araceli de las Heras, presidenta del Consejo territorial ONCE Castilla y León; Miguel Ángel Mariscal, vicerrector de Empresa, Campus y Digitalización de la Universidad de Burgos y Ángel Hernández, director general de Alumni de la Universidad de Salamanca, coincidieron en lanzar un mensaje al tejido industrial: «Es fundamental que la propia empresa se incorpore con el sistema educativo para la formación con mecanismos rápidos y fundamentales como pueden ser las microcredenciales, un sistema en el que no todo sean títulos», apuntó Enrique Cabero.
En esta línea, Agustín Sigüenza habló de la crisis de talento «que se vive en todos los países desarrollados», el desajuste entre oferta y demanda y también el desajuste de competencias o 'skill gap', donde actúa la Formación Dual. «Se produce cuando la empresa dispone de trabajadores pero no tienen las habilidades que necesitan», aclaró el director general de FP y Régimen Especial de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León. En este punto, abogó por un cambio de mentalidad, «hay que pensar qué competencias necesitan las empresas en cada sector y a partir de ahí, convertirnos en proveedores de capacidades. La FP de carácter Dual es fundamental» y subrayó que «es necesaria una corresponsabilidad en el proceso formativo entre centros y empresa».
Por su parte, Miguel Ángel Mariscal recordó que el modelo de Formación Dual se ha implantado también en las titulaciones universitarias de forma que se facilitan estancias de prácticas más largas y a lo largo de varios cursos. «En la universidad de Burgos tenemos una formación universitaria dual que funciona bien, aunque todavía no hay mucha oferta. El secreto está en que las empresas participen en el desarrollo del plan Dual y de competencias de forma activa», dijo.
Precisamente, en el camino de transformación de los modelos de enseñanza para que se ajusten a lo que demandan los empleadores se deben tener en cuenta, además de las competencias técnicas, las conocidas como competencias blandas «que se implementan de un modo natural», indicó el vicerrector de Empresa, Campus y Digitalización de la Universidad de Burgos.
Para Ángel Hernández, director general de Alumni de la Universidad de Salamanca, «desde las universidades invertir en crear un vínculo entre antiguos alumnos es un acierto», explicó en referencia a la constitución de la Asociación Alumni de la USAL que trabaja en dos ejes: empleabilidad y mecenazgo a través de diferentes programas y actividades. Y en este sentido, destacó el desarrollo del Programa Empresas Amigas Alumni, que se puso en marcha a finales de 2024: «Esta iniciativa quiere ser un nexo real entre universidad y empresas».
El proyecto se asienta en tres líneas: talento, conocimiento y comunidad empresarial y aboga, entre otras cuestiones, por fomentar las prácticas remuneradas y desarrollar el emprendimiento. «Hay que potenciar las ideas que se plasman en los TFGs y TFMs y que pueden cambiar algo en una empresa». Así, destacó los programas de mentorización, con la participación altruista de profesionales antiguos alumnos, y en cuanto a la oferta de conocimiento que ofrece la universidad, apuntó que «hay que aprovechar la versatilidad de las microcredenciales, son muy flexibles».
Por su parte, Araceli de las Heras explicó sobre la ONCE que «somos el primer empleador de personas con discapacidad» y advirtió: «Creo que las empresas deberían fijarse en que una persona con cualquier discapacidad aporta innovación». En relación a la formación educativa, para de las Heras, «las duales son fantásticas porque las empresas van a perder el miedo y verán que no pasa nada» e insistió en el objetivo de que «todos tenemos que luchar por una sociedad inclusiva, no sobra nadie y quien llegue diferente va a aportar».
Para el presidente del Consejo Económico y Social de Castilla y León afrontar la formación en empleos que todavía no existen «es uno de los grandes retos en la actualidad» que marca dos líneas de actuación. En primer lugar, una formación sólida, «hacen falta unos conocimientos sólidos, competencias y habilidades que dan capacidad para adaptarse, además de la educación en valores». En segundo lugar, «es imprescindible el trabajo conjunto entre el sistema educativo reglado con la realidad social, empresas y entidades empleadoras, también del tercer sector». Se refirió, igualmente, a la transferencia del conocimiento entre profesorado y empresas, y a los contratos de trabajo formativos, «una vía poco explorada en España».
En cuanto al papel de las administraciones públicas, el director general de FP y Régimen Especial de la Consejería de Educación de la Junta de Castilla y León propuso la co-creación de ecosistemas de capacidades que sean regenerativos y que ayuden a los sectores a progresar. «Cada sector tiene su problemática y además tiene que estar adaptada al territorio para que las empresas puedan ser más competitivas. Todo hay que integrarlo de tal manera que forme parte de las políticas territoriales de desarrollo», apuntó.
Para realizar este recorrido con éxito, «hace falta mucha colaboración entre empresas, agentes sociales, centros de formación o cualquier proveedor de capacidades», enumeró, «estamos intentando desarrollar la normativa para que exista esa flexibilidad y modularidad para que en cualquier momento de la vida se pueda acceder a una cualificación profesional».
En el campo universitario la formación continua encuentra una pata de apoyo en la fórmula de las microcredenciales de especialización que «nos van a permitir, con una pequeña tramitación muy sencilla y rápida, complementar la formación de una forma muy interesante. Habrá distintas duraciones y la tramitación es más sencilla que tener que cambiar un plan de estudios», dijo el vicerrector de Empresa, Campus y Digitalización de la Universidad de Burgos.
Con la invitación sobre la mesa al sector empresarial para que se implique y colabore en el proceso de formación y prácticas de los estudiantes, también se expusieron las dificultades que han manifestado las pequeñas y medianas empresas para encontrar perfiles que se ajusten a sus necesidades. Y en este sentido, las relaciones y los contactos se presentan como una herramienta por aprovechar desde diferentes perspectivas.
«Hay un caudal sin explotar. La capacidad de influencia», señaló Enrique Cabero para puntualizar: «Ahí hay una gran oportunidad si logramos atraer a nuestro sistema educativo a estas personas que aquí se han formado y generar una comunidad», en referencia al programa Empresas Amigas Alumni, que tiene como objetivo principal potenciar el talento joven, así como apoyar el desarrollo profesional de empresarios y directivos vinculados a la Universidad mediante la colaboración público-privada. «Tenemos empresarios de Salamanca, Ávila y Zamora que lideran este proyecto de Empresas Amigas Alumni», añadió Ángel Hernández.
Para situar el contexto de dificultad de las empresas para encontrar personal cualificado y adaptado a las necesidades sociales y empresariales, Enrique Cabero expuso que «a iniciativa propia», el CES está preparando un informe para analizar con detalle en Castilla y León y a nivel provincial, qué mecanismos habría que lograr para ajustar la demanda a la generación de empleo de calidad. «Hay un instrumento imprescindible, conseguir un sistema de formación, de facilitación de cualidades y competencias, que de respuesta inmediata a las necesidades sociales y empresariales».
Asimismo, Araceli de las Heras afirmó que «nosotros creemos que es importante el desarrollo profesional de las personas con discapacidad, y de cualquier persona, basado en una buena formación». Además, compartió con los presentes diferentes casos de personas con discapacidad que desarrollan su labor profesional en las mismas condiciones que cualquier otra, «hace años era impensable que un invidente pudiera ser juez y ya tenemos uno y se formó en nuestra tierra». También comentó la conversación con un pequeño que «me dijo el otro día que quería ser cirujano y solo pude decirle que luchara por ello porque quién sabe si dentro de veinte años, con los avances que vemos, si esto es posible».
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